Exponiendo la Apostasía del Tiempo Final:  Apostasía Evangélica y Pentecostal, Unitarismo, Trinitarismo y Sólo Jesús. #6

Exponiendo la Apostasía del Tiempo Final: Apostasía Evangélica y Pentecostal, Unitarismo, Trinitarismo y Sólo Jesús. #6

Exponiendo la Apostasía del Tiempo Final:  Apostasía Evangélica y Pentecostal, Unitarismo, Trinitarismo y Sólo Jesús. #6

En este capítulo nos enfocaremos en la apostasía Evangélica, la apostasía en la iglesia Pentecostal, la doctrina del Unitarismo, la del Trinitarismo y la doctrina del solo Jesús.

Los trinitarios dicen: “Los unitarios están mal, nosotros somos los verdaderos”. Los unitarios dicen: “Los trinitarios están mal, nosotros somos los verdaderos”. Pero yo quiero hacerles una pregunta a todos los que me escuchan. Si yo les pregunto: “¿Cuántas personas son ustedes?”, considero que la gran mayoría respondería: “Yo soy uno pastor”.

Y estoy de acuerdo con aquellos de ustedes que digan: “Yo soy uno”. Solo quizás uno, dos o tres personas por ahí con creencias muy extrañas dirán alguna cosa rara que se inventen. Pero conforme a la palabra uno somos.

Si yo les hago otra pregunta: ¿Ustedes son sólo carne o tienen un cuerpo y un espíritu?, también considero que la gran mayoría de aquellos de ustedes que creen en Dios y tienen un poco de entendimiento de su palabra, aunque no sean muy espirituales, dirán: “Tenemos un cuerpo, un alma y un espíritu”.

Porque la palabra dice que el Señor creó al hombre del polvo, sopló sobre él y lo hizo un alma viviente. Que se confirme la palabra: el hombre tiene un espíritu y un alma; el hombre es alma, espíritu y cuerpo, que se formó de la tierra. Entonces, en eso estamos de acuerdo, todos tenemos un cuerpo, un alma y un espíritu, lo que da testimonio de que la palabra de Dios es verdadera.

Porque Dios es uno, por él es una trinidad, él es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y a semejanza de Dios nos hizo el Señor. Dios hizo al hombre a su semejanza, como él es cuerpo, como él es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, él nos hizo a nosotros cuerpo, alma y espíritu.

Todos somos una sola persona, pero tenemos un cuerpo, un alma y un espíritu, lo que significa que somos uno. No creo que ninguno de ustedes sean tres personas. Todos tienen una identificación, una ID, una identificación electoral o como se le llame, dependiendo de sus naciones. No tienen tres, pero cada uno tiene un cuerpo, un alma y un espíritu. Sin embargo, toda la persona que conforma ese cuerpo, alma y espíritu, está representada en una sola persona.

Es como toda la deidad de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, está toda representada en forma corporal. ¿En quién? En Jesucristo. Si entendemos esto, entonces ya podemos darnos una idea de por qué la doctrina trinitaria pentecostal o de cualquier otra denominación, ya que también hay otras religiones que han adoptado creencias parecidas, pero finalmente, toda iglesia, toda doctrina que crea que hay tres dioses, está en error.

Toda iglesia que crea que hay un solo Dios, pero en el sentido de que niegan la existencia del Espíritu Santo, que niegan la existencia del Padre, dicen: “No, es solo Jesús”. También están en error. ¿Por qué? Porque Dios es ambas cosas. Es decir, el que dice: “Yo soy trinitario”, está en error, el que dice: “Yo soy unitario”, también está en error, porque es tan simple como que Dios es ambas cosas. Dios es uno, pero es una trinidad.

Más adelante van a comprender por qué esta doctrina también es una herejía destructora, es una doctrina de demonios, y por qué el daño espiritual es mayor. Durante una prédica, Yiye Ávila dice que Dios es una trinidad, que son tres personas. En pocas palabras, al decir que son tres personas, se está diciendo que son tres dioses.  

Muchas otras doctrinas, religiones, como, por ejemplo, los católicos, también creen esto. Hay muchas otras también, como los Testigos de Jehová, ellos no creen que Jesucristo es Dios. Es como que hay diferentes niveles de Trinitarismo, eso es lo que yo percibo. Por ejemplo, en la iglesia de los Testigos de Jehová, la cual es una secta también, totalmente anticristo y diabólica.

Pronto hablaremos de la doctrina de ellos también, más profundamente, porque se relaciona con lo del tema de Yiye Ávila. El Trinitarismo de los Testigos de Jehová, es diferente al Trinitarismo de los pentecostales, en el sentido de que ellos, como algunas otras doctrinas ahí afuera, ellos dicen: “El Padre es Dios, Jesucristo es el Hijo”. En pocas palabras, ellos piensan que Jesucristo es menos que Dios. Que el Padre es Dios, pero el Hijo no lo es.

El Hijo es visto como un gran rey, así es como lo ven los Testigos de Jehová. Ellos piensan que Jesucristo es un ángel de alto rango, el ángel Miguel. Entonces, algunas doctrinas ven al Señor Jesucristo como alguien de alto rango, como el Hijo del Rey, pero no como el Rey. Es una forma de Trinitarismo totalmente diabólica, y con la palabra, veremos el porqué.

Pero en el caso de Yiye Ávila, no me parece que lo vea de esta manera. Me parece que él considera que Jesucristo es Dios, que el Padre es Dios. Es decir, en su caso, él no está haciendo a Jesucristo menos que Dios. Eso es como otra rama del Trinitarismo. Pero entonces, hacen como que son tres Dioses: el Padre es uno, Jesucristo es otro, y el Espíritu Santo es otro.

Entonces, es el mayor error de algunas doctrinas pentecostales, porque en la doctrina pentecostal también he notado las dos cosas. He escuchado a algunos pastores o algunas personas decir que el Hijo es menos que el Padre. En pocas palabras, están quitando la deidad de Jesucristo, lo que eso es una herejía destructora, eso es muerte. El que cree que Jesucristo es menos que Dios, está en juicio.

Pero, por otro lado, en el caso de Yiye Ávila, no me parece que diga que Jesucristo es menos que Dios, pero hace ver como que son prácticamente tres Dioses. Como que Jesucristo es Dios, el Espíritu Santo es Dios, y el Padre es Dios. Como que son tres Dioses. Eso también es idolatría, porque ya creen que hay tres Dioses. Aunque a veces lo dicen en ignorancia, algunos de ellos, lo he notado, pues hablan de una manera confusa. Dicen: “Jesucristo es Dios, el Padre es Dios, pero hay un solo Dios, pero son tres personas diferentes”. No, no son tres personas diferentes.

Vamos a ir a la Palabra de Dios, y veamos qué dice la Palabra al respecto. Dice la Palabra en Mateo 3: 16-17:

«Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.»

Este es uno de los versículos que muchos usan para decir: “¿Ves?, Jesucristo no oraba consigo mismo, Jesucristo oró al Padre”. Pero yo les pido, por favor, a los que me leen, que debemos pedir: “Señor, heme aquí. Dame entendimiento. Yo estoy dispuesto a despojarme de todo odre viejo, para recibir el odre nuevo. Yo estoy dispuesto a deshacerme del vino viejo, para recibir el vino nuevo”.

Porque, puede ser una idea confusa, porque esas doctrinas, herejías destructoras, le abren la puerta a demonios, que controlan la mente. Cuando esos demonios controlan la mente, es difícil de entender. Pero con un poco de fe, y humildad en sus corazones, les voy a explicar de la manera más sencilla que el Señor me lo permita, y con su misericordia, y para la gloria de su nombre, tengo fe que muchos van a entender.

Muchos usan este versículo, para decir, que el Señor no oraba consigo mismo. Como el versículo dice: “Que el Espíritu Santo descendió como paloma”, entonces ellos dicen: “¿Ven?, el Espíritu Santo es una persona, y él oró al Padre, y el Padre habló desde allá arriba, y dijo: ‘Este este es mi hijo’”.  Muy bien, perfecto. Pero yo te pregunto: ¿Es Dios un hombre, como tú y yo, que estamos aquí, y no podemos estar en dos lugares a la misma vez? ¿Acaso no está Dios, en cada persona que se arrepiente de corazón? ¿No está el Espíritu Santo, en cada persona que se arrepiente de corazón, a la misma vez?

Cuando usan este versículo para justificar que Dios es una trinidad, que son prácticamente tres dioses, porque Dios no oraba consigo mismo, están pensando de una manera carnal, como si fueran ellos. Están haciendo a Dios un hombre, como que Dios no creó el cielo, y todo lo que existe, y como que Dios no sabe todas las cosas. Como que Dios no sabe los pensamientos tuyos, los míos, y los del que está en Europa, en Italia, en Inglaterra, en China, y en todas partes del mundo, de todos los billones de personas del mundo.

Cuando hacen ver que Dios no puede estar en tres lugares a la misma vez, están haciendo a Dios como un hombre, como tú y como yo, como que Dios no es todopoderoso, omnipresente, omnipotente. Es ignorancia, pues Dios está en todas partes, Él sabe todas las cosas. Sí, Él está en el cielo, y está en la tierra, la misma vez, Él está sentado en su trono, y mora en cada uno de nosotros, que, si nos arrepentimos con todo corazón, y nacemos de nuevo, porque Él es Dios.

Entonces es un mal ejemplo, es un ejemplo ignorante, el mirar las cosas de esa manera. El juzgar las cosas espirituales, el juzgar a un Dios todopoderoso, omnipresente, omnipotente, creador de todas las cosas, justificando que Él no oraba consigo mismo. Que cuando el Padre habló del cielo, y el Señor estaba en la tierra, decir: ¿Cómo es posible, que va a estar en la tierra, y también en el cielo? Pues Él está en el cielo, y está en la tierra en este momento.

¿Pueden entender, que es ignorancia, es carnalidad, cuando hablan de esa manera, porque no están siendo espirituales? Están juzgando, como si Dios es un hombre. No están entendiendo que Dios es todopoderoso.

En Lucas 10:21, dice la palabra:

«En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.»

Versículos como este, donde el Señor habla del Padre, son los que usan para justificar, que son tres personas.

Pero sean muy pacientes, y perseveren hasta el final de la enseñanza, porque es el inicio apenas. Hay muchos versículos los que estaremos compartiendo, y con todos los versículos que leeremos, y con la explicación que le compartiré, les va a ser cada vez más claro entender.

En Romanos 1:8:

«Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.»

Aquí, habla el apóstol Pablo, dando gracias a Dios el Padre, por medio de Jesucristo. Este es otro de los versículos que utilizan para justificar, los trinitarios, que hay prácticamente tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. O que son tres dioses: Que es Dios Jesucristo, simplemente el Hijo, pero que el Dios verdadero es el Padre, y que el Espíritu Santo, también es como si fuera Dios, pero que no es Dios tampoco. Que el Padre es el Dios verdadero, así miran algunos las cosas.

Estos son los versículos que ellos usan para justificarse. Pero esos argumentos, van a ser disueltos, con la misma palabra de Dios, en tan sólo un momento.

En 1 de Juan 5:7, dice:

«Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.»

Es otro versículo más que ellos usan, porque dice que son tres los que dan testimonio en el cielo. Pero ya el usar este versículo para justificar que hay tres dioses, ya es locura prácticamente, porque aquí mismo dice al final: “Y estos tres son uno”. Dice: “Son tres los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero estos tres son una persona”. Dice claramente que son uno.

Tú, por ejemplo, eres cuerpo, alma y espíritu, pero esos tres son uno. Eres tú, Ramón, o eres tú, Juana, o tú, o como te llames. Tienes un cuerpo, un alma y un espíritu, pero eres una sola persona. Esto es lo que nos está diciendo este versículo. Y aquí, son tres los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero estos tres son uno. Es decir, está compuesto Dios por tres partes, pero estos tres son uno.

Santiago 2:19:

«Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.»

Aquellos de ustedes que creen que Dios es uno, hacen bien. Los unitarios, en ese sentido, hacen bien, porque ellos creen que Dios es uno. En eso hacen bien, pero hasta los demonios creen y tiemblan. Eso no significa que están correctos todavía. Eso es algo positivo, el que crean que es un solo Dios, es correcto, pero hay más.

Cuando adoptan la postura de «ahora soy unitario», están en error, porque ahora van a negar que son tres los que dan testimonio en el cielo. ¿Me entienden? Cuando los unitarios dicen: «Solo hay un Dios, somos solo Jesús», prácticamente están diciéndole al diablo: «Está bien, diablo, yo permito que tú me pongas una máscara en mi cara y diluyas mi mente al punto de que no voy a entender que son tres los que dan testimonio en el cielo».

El punto es, cuando adoptan esa doctrina, están poniéndose de acuerdo espiritualmente con el diablo, con espíritu de estupor, y espíritu que tapan en los ojos y taponean los oídos, que luego no les permiten entender la palabra, aunque la lean.

Leeremos Juan 1:1-4, y también Juan 14. Y, ahora profundizaremos un poco más, acerca, de quién es el señor, y de quién es Dios.

En Juan 1:1:4, dice con claridad, quién es Dios. Dice así:

«En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.»

Una vez más: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. Aquí se está hablando de Dios. ¿Alguien está de acuerdo conmigo, que esta palabra aquí en Juan 1:1-4, está hablando de Dios? Esta palabra está dando características de Dios, dice que al principio él era el Verbo, el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Es decir, el que era el principio, era el verbo, y ese verbo es Dios.

¿Quién es ese Verbo, que era el principio, que era con Dios, y que era Dios, y que es Dios, y seguirá siendo Dios, por toda la eternidad, porque Dios no cambia? Satanás creyó que podía prácticamente tomar su lugar, pero se equivocó, nadie puede.

En Juan 1:14, se nos dice quién ese Verbo que era Dios, y que es Dios, y que seguirá siendo Dios, por toda la eternidad, porque él es eterno. Dice:

«Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.»

 ¡Oh, maravilloso es el Señor! ¿Alguien puede entender esta palabra? ¿Alguien puede entender claramente lo que dice la palabra: “que al principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios? Y después en Juan 1:14 dice que el verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros. ¿Quién se hizo carne? ¿Quién vino en forma de hombre, y habitó entre nosotros? Jesucristo vino, Jesucristo es el Verbo, Jesucristo es Dios.

En Isaías 44:6, dice:

«Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.»

Así dice el Señor desde el pasado, en el antiguo testamento. ¿Quién es el Señor? Alguien que diga quién es el Señor; Jesucristo es el Señor. Pero así dice el Señor Rey de Israel, el Señor de los ejércitos en Isaías 44:6:

«Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.»

En el antiguo testamento lo dijo, pero vamos a mirar ahora qué dice en el Nuevo Testamento. En Apocalipsis 4:8 lo dice cuatro veces, pero lo voy a compartir una sola vez. Dice en Apocalipsis 1:8:

«Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.»

¿Quién es el Todopoderoso? ¿Quién es el Señor de Israel que dijo que es el primero y el último? Y en Apocalipsis, ¿quién que es el Todopoderoso, el principio y el fin, el primero y el último?, es Jesucristo. Jesucristo estaba hablando en esa palabra.

¿Quién es el Todopoderoso?, es Dios. Jesucristo dice en Apocalipsis: “Yo soy el Todopoderoso. ¿Quién es el Alfa y la Omega?, El Todopoderoso. ¿Y quién es el Alfa y la Omega y el Todopoderoso?, Dios. ¿Y quién es ese Dios?, Jesucristo.

Los que creen que Jesucristo no es Dios, que el Padre es Dios y que Jesucristo es el Hijo solamente, no tienen entendimiento. Están rechazando la misericordia, si no se arrepienten. Están rechazando la gracia de ser salvos, porque sólo hay un camino, una puerta estrecha; esa puerta estrecha es Jesucristo.

En 1 Juan 5:20, dice:

«Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.»

Esta palabra está preciosa, me encanta. Más claro de ahí no se necesita, pero no he terminado, no he leído la última parte. La leeré nuevamente, porque quiero que ustedes presten atención a lo que dice 1 Juan 5:20:

«Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero.»

¿Quién es el verdadero? Su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.

Así dice 1 Juan 5:20. ¿Quién cree en la palabra de Dios? ¿Quién cree que la palabra de Dios es verdadera? Claramente nos dice la palabra, que el Hijo de Dios ha venido a dar un entendimiento del que es verdadero, y dice aquí el Apóstol Juan: “Y sabemos que estamos en el verdadero”. Porque Jesucristo es el verdadero Dios y la vida eterna, dice la palabra de Dios. ¿Cuántos Dioses hay? Un solo Dios.

Deuteronomio 6:4, dice:

«Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.»

En Deuteronomio, uno de los primeros libros escritos de la Biblia, ya dice: «Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es». No hay tres Dioses, no que el Padre es un Dios, el Hijo el otro Dios, y el Espíritu Santo el otro Dios. Dios es uno: Jesucristo. Y está compuesto por tres partes, Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero un solo Dios; Jesucristo. Toda la Deidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, habita en forma corporal en Jesucristo.

En Juan 10:30 dice:

«Yo y el Padre uno somos.»

Claramente, ¿es tan difícil de comprender esta palabra? ¿Alguien todavía tiene dudas de que Jesucristo es Dios? ¿De que Jesucristo es el Padre, y de que el Padre y Jesucristo son uno solo? Tal como el Señor mismo lo dijo aquí en Juan 10:30: «Yo y el Padre uno somos».

En Marcos 16:20, dice:

«Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.»

Analicemos la palabra, porque en diferentes escrituras dice la palabra que les enviaron el Consolador, que recibirán poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre ellos ¿verdad?

Las señales y los prodigios se hacen por medio del Espíritu Santo. ¿Quién cree que las señales y prodigios, que las sanidades, que las liberaciones, que las sanidades vienen por el poder del Espíritu Santo? Los que tienen un poco de entendimiento saben que así es, lo saben los que son un poco espirituales.

En Marcos 16:20, dice que el Señor iba confirmando la palabra de los discípulos por las señales que seguían. Aquí lo está diciendo la palabra, que Jesucristo es el Espíritu Santo. Porque si por el poder del Espíritu Santo se hacen señales y prodigios, y aquí la palabra dice que el Señor mismo confirmaba la palabra de los discípulos por las señales y los prodigios.

En pocas palabras, el Señor es el Espíritu Santo, pero para los que dicen no, porque el Señor estaba en el cielo, Dios estaba en el cielo. ¿Alguien puede entender que aquí ya el Señor había ascendido? En esta palabra en Marcos 16:20 ya el Señor había ascendido al cielo, ya estaba en el cielo, pero cuando salieron los discípulos a predicar, el mismo Señor confirmaba la palabra por las señales. En pocas palabras, aquí pasó como cuando el Espíritu Santo descendió y el Padre estaba en el cielo y Jesús estaba en la tierra, aquí eran los discípulos que estaban en la tierra, y Jesucristo ya en el cielo, pero Jesucristo en el cielo confirmaba las señales como que era cuando los discípulos hablaban.

Porque él es el Dios eterno, es el Todopoderoso. ¿Qué es para un Dios grande y poderoso, omnipresente, omnipotente estar sentado en el trono, en su trono, y hacer señales a través de sus siervos aquí en la tierra? No es nada. Él es Dios.

En Juan 14:8-11, dice:

«Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras».

Aquí el Señor le dice a uno de los discípulos: “¿Cómo que te muestre al Padre, Felipe? ¡Yo soy el Padre! El que me ha visto a mí”, dice el Señor, “ha visto al Padre”. Porque el Padre y Él uno son.

Son uno solo, no son dos. Es decir, Felipe como que en ese momento estaba un poco confundido y pensaba como lo que piensan ahora, que el Padre es uno y Jesucristo era otro. Pero el Señor aquí le está quitando la duda a Felipe.

Le está diciendo: “Felipe, ¿Cómo? ¿A quién quieres que te presente? ¿Cómo que te muestre al Padre, si yo soy el Padre? Tú me conoces. ¿Cómo quieres que te presente al Padre si ya me conoces?”. Así le quiso decir el Señor a Felipe, porque el que conoció al Señor, conoció al Padre. Porque el Padre es el Señor, y el Señor es el Padre. El Espíritu Santo es el Señor, y el Señor es el Espíritu Santo, porque son la misma persona, hay un solo Dios.

En Juan 20:21-22, dice:

«Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.»

Aquí el Señor hizo lo mismo que hizo con Adán, que sopló, y recibió a Adán el Espíritu Santo, y se convirtió en un alma viviente. Era hecho del barro, como un muñeco de barro, pero cuando el Señor sopló, ahí recibió vida. El Espíritu Santo es vida, con Él está la vida.

La palabra en 1 Timoteo 2:5:

«Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.»

¿Cuántos dioses hay? Uno solo. Algunos dicen: “Ora a la Virgen para que la Virgen te venga a salvar”. No, no necesitamos mediador. Ora a Pedro, a Marcos, a Miguel. No, hay un solo mediador, Jesucristo hombre. No tenemos que orar en el nombre de ninguna de la creación, en el nombre de Jesucristo.

En Colosenses 1:15, dice:

«Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.»

Él es la imagen del Dios que no podemos ver. Cristo es el Hijo de Dios, pero es la imagen de Dios que no podemos ver. Estas palabras son espirituales, y yo entiendo que muchos se confunden. Pero bienaventurados son los que se humillan y dicen: “Señor, dame entendimiento”. Bienaventurados son los que escuchan enseñanzas de personas como yo, que, por la gracia de Dios, Él me ha enviado a predicarle.

Porque si escuchan con humildad van a entender. Porque de cierto es que no hay confusión en la palabra de Dios. Aunque alguna de estas palabras, para la carne, para los que quieren entender las cosas como de una manera científica, explicarlas de una manera carnal, no pueden entenderla.

Porque la palabra de Dios Espíritu es espiritual. Si la entendemos espiritualmente, podemos entenderla. Carnalmente no podemos, pero en realidad no hay confusión. El Señor así hizo las cosas. Porque la palabra no es para todos, es para los hijos y las hijas. Los hijos son humildes de corazón. Los hijos reconocen sus limitaciones. Los hijos y las hijas de Dios saben que sin Él no pueden entender la palabra de Dios. Los soberbios se creen que, por su propia sabiduría, por sus propias fuerzas, por su propio entender, con él en la universidad van a entender la palabra de Dios. Y así no son las cosas.

La palabra de Dios solamente la podemos discernir en verdad cuando humillamos nuestro corazón al Señor. La sabiduría y la revelación de la palabra vienen del Señor mismo. No por nuestros méritos, sino a quien Él le place darle entendimiento.

En 1 Corintios 8:6, dice:

«Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.»

En Juan 14:16, dice:

«Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.»

Miren qué interesante. El Señor dará otro Consolador para que esté con ellos para siempre. Pero en Marcos dice la palabra que el Señor acompañaba a los discípulos. Y les dijo al Señor: “Y estaré con ustedes hasta el fin del mundo”. Pero el Consolador es quien estará con nosotros hasta el fin del mundo. Entonces Jesucristo es el Consolador.

En Juan 14:16-17, dice:

«Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.»

En Juan 15:26, dice:

«Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.»

Aquí dice la palabra: “Cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad, el que yo os enviaré del Padre”. El Señor enviará al Espíritu Santo. Pero leamos qué dice la palabra luego en Juan 14:26:

«Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre…»

¿Alguien puede entender estas palabras? Y continúa: «…él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho».

En Juan 15:26 dice: “A quien yo enviaré en el nombre del Padre”. Es decir, Jesucristo está diciendo, yo enviaré el Consolador en el nombre del Padre. Pero luego en Juan 14:26 dice: “El Padre enviará el Consolador en mi nombre”. En pocas palabras, el Padre y yo somos uno. Sí, dice el Señor.

En Juan 14:26 dice: “Yo enviaré el Consolador en el nombre del Padre”, pero en Juan 14:26 dice: “El Padre enviará el Consolador en mi nombre”. Porque si el Padre enviará al Consolador en mi nombre, yo soy Dios. Y si yo enviaré al Consolador en el nombre de mi Padre, yo también soy Dios. Porque yo soy el Padre y uno somos. El Padre enviará el Consolador, dice en una escritura. Y en otra dice, yo enviaré el Consolador.

¿Alguien me puede entender? ¿Alguien entiende lo que le estoy compartiendo o es muy difícil? ¿Alguien entiende que en una de estas escrituras el Señor dice: “Yo enviaré el Consolador”, pero en la otra dice: “El Padre enviará al Consolador”? En pocas palabras Jesucristo está diciendo que él enviará el Consolador, pero hablando del Padre; el Padre lo enviará. Pero también dice, yo lo enviaré. Es evidente que es un solo Consolador, y que será enviado una sola vez, no dos veces.

Él está hablando en tercera persona y en primera persona. Es como decir: “El pastor Francisco te dará un regalo” o decir: “El apóstol Francisco te dará un regalo”. Estoy hablando de mí mismo. También puedo decir: “El pastor Francisco te dará un regalo”, y después diga: “Yo te voy a dar un regalo”. Estoy diciendo que yo te voy a dar un regalo, pero simplemente me estoy poniendo en tercera persona, pero estoy hablando de mí mismo. Y yo te voy a dar un regalo; yo lo haré. Por lo que el Señor está diciendo: “Yo enviaré el Consolador”.

En otra palabra dice: “El Padre enviará el Consolador”. Él está diciendo: “Yo y el Padre somos la misma persona, y yo enviaré el Consolador”. Como sea que lo analices, que Jesucristo lo envió o que el Padre lo envió, está pasando lo mismo. Porque Dios es Jesucristo y Jesucristo es Dios.

Pero entonces el Consolador va a acompañar a los discípulos hasta el fin del mundo. Pero entonces el Señor dice: “Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo”. También dice el Padre: “Cuando el Espíritu venga, el Espíritu de verdad, recibirán poder, y habrá señales y prodigios”. Dice la palabra en Marcos 16:20 que: “Y los discípulos salieron a predicar, y el Señor confirmaba su palabra con las señales y prodigios”. Es decir, el Señor es el Consolador, y lo miraremos más claro más adelante.

Ahora bien, en 2 Corintios 3:17, dice:

«Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.»

¿Quién es el Espíritu? ¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Qué es lo que yo le acabo de citar? Que el Consolador es el Señor. Aquí dice la palabra que el Señor es el Espíritu. ¿Y quién es el Espíritu? ¿De qué Espíritu está hablando la palabra? Del Espíritu Santo. ¿Y quién es el Espíritu Santo? El Señor. ¿Y quién es el Señor? Jesucristo. ¿Y quién es Jesucristo? Dios. ¿Y quién es Dios? El Señor. ¿Y quién es el Señor? Es Jesucristo. Podemos darle vueltas y vueltas, pero al final de cuentas, Jesucristo es Dios, y Jesucristo es el Espíritu Santo.

¿Alguien tiene duda al respecto? ¿Alguien puede entender que Jesucristo es Dios, que Jesucristo es el Espíritu Santo? Donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad. Esa libertad que se ministra, ¿por medio de qué se recibe? Por el poder del Espíritu Santo. ¿Pero quién es el Espíritu Santo? Es el Señor.

En Mateo 28:19, dice:

«Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.»

Con este texto concluyo la enseñanza de este capítulo, pero este versículo no llevará a la próxima enseñanza, titulada «Apostasía Pentecostal».

El bautismo trinitario y el unitario son falsos. Sé que muchos no desean escuchar esto, pero en el amor de Dios, les hablo y les pido que no rechacen lo que les comparto solo porque es diferente y expone la apostasía de sus religiones pentecostales. Escuchen, oren y pidan al Señor. Pidan a Dios. Pidan a Jesucristo. Pidan al Espíritu Santo. Es decir, pidan al Señor, si lo que les comparto es verdad. El bautismo de ambos es falso.

Con la enseñanza de este capítulo, podrán entender por qué tanto los trinitarios como los unitarios, sus dos doctrinas, son apostasías. Una niega al Padre y la otra dice que hay tres dioses. Ambos están equivocados. Y sé que algunos se preguntaran: ¿Y cómo es que el bautismo es falso? En el próximo capítulo indagaremos lo que dice la palabra en Mateo 28:19, acerca de por qué el bautismo de los trinitarios y unitarios es falso, así como el bautismo pentecostal.

El Señor le dijo a Nicodemo, que ya creía en Él, que para nacer de nuevo y entrar al reino de Dios, hay que nacer de nuevo en el agua y en el Espíritu. Porque lo que había recibido Nicodemo, la enseñanza y el bautismo, era falso. De la misma manera, aquellos de ustedes que vienen de la Gran Ramera, que son todas las iglesias que provienen de la Iglesia Católica. La Iglesia Católica es la Gran Ramera y las que vienen de ella son las hijas de la Gran Ramera. Esto incluye todas las denominaciones. Tienen que nacer de nuevo. Tienen que nacer de nuevo en el agua y en el Espíritu. Porque la madre está prostituida, al igual que sus hijas. Y los que vienen de ahí no han nacido de nuevo.

Para nacer verdaderamente de nuevo, deben ser bautizados nuevamente y rechazar esa falsa doctrina que recibieron. Al bautizarse de nuevo, recibiendo la verdadera doctrina, entonces recibirán el verdadero Espíritu de Dios.

Dice la Palabra en Hechos 2:38-39:

«Y Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.»

¿Entienden que aquí estamos en algo similar a lo que les acabo de compartir? Aquí dice: «Id y haced discípulos a todas las naciones», dice el Señor, «bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo». Pero en Hechos dice Pedro: «Arrepentíos y bautícese cada uno en el nombre de ¿quién? De Jesucristo.» ¿Alguien entiende que el Señor Jesucristo es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo? Cuando el Señor dice: «Vayan y hagan discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo», está diciendo, «bautícenlos en mi nombre», porque el Señor es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Por lo tanto, los que se bautizan en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y no en el nombre de Jesucristo, su bautismo es falso. Pero en la próxima enseñanza indagaremos más a fondo y entenderán con más claridad. Esta es la palabra que tengo para ustedes hoy., espero que hayan sido edificados con ella.

Y antes de concluir, los invito a ponerse de pie para orar. Vamos a reprender a los demonios mentirosos que engañan con el espíritu de apostasía. Vamos a darle un poco de guerra a nuestro adversario, porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino que nuestras armas no son carnales; son poderosas en Cristo para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Jesucristo.

Oración.

Padre, te damos gracias por esta oportunidad de profundizar en tu palabra y entender la apostasía, el engaño diabólico de Satanás, y cómo obra con engaño y astucia para que aún te nieguen, Señor. Que nieguen que tú eres el Señor, que tú eres Dios y de que tú y el Padre uno son. Te exaltamos y te damos gloria, Señor Jesucristo, porque nos has dado entendimiento de que tú eres el Padre, y que tú eres el Consolador, el Espíritu Santo. Sabemos que tú eres Dios, el Primero y el Último, el Alfa y el Omega, y que sin ti nada era ni es, y todo lo que es, es por ti.

Tú eres el camino estrecho. Tú eres la vida, Señor. En ti estaba la vida y tú eres la vida. Solo a través de ti podemos tener vida. Tú eres el Autor de la vida. Solo por tu misericordia podemos ser salvos. Te alabamos y te exaltamos, Señor. Te damos gloria y honra. Que venga tu reino a nuestros hogares, a nuestra iglesia, a nuestra familia y a todos los que escuchan esta enseñanza, y que se haga tu voluntad en nuestra vida, así como en el cielo.

Queremos, Señor, esa promesa que diste a tus discípulos: el Consolador, tu presencia, tu poder y tu unción, para hacer tu obra y exaltarte. Queremos ser verdaderos testigos, Señor, y anhelamos ese Consolador.

Te pedimos, Señor, que llenes de tu poder y presencia a aquellos que me leen y creen en esta enseñanza, que tú los llenes de tu poder y de tu presencia para que puedan ser testigos en todas las naciones. Para que no compartan la palabra como hombres, sino espiritualmente por el poder de tu Espíritu. Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.

Te damos gloria y honra porque tú estás con nosotros, y tú eres fiel y verdadero. Tu palabra promete que estarás con nosotros hasta el fin. Sabemos que el fin está cerca, y que vienen momentos difíciles de tribulación, pero te exaltamos y te alabamos, Señor, porque tú estás con nosotros. Y si tú estás con nosotros, ¿quién contra nosotros?

Cubro a cada persona que me escucha, y a cada miembro de nuestros seres queridos. Cubro a cada miembro de esta iglesia, y todo lo que forma parte de ella, con tu sangre bendita y poderosa. Hay poder en el nombre de Jesucristo.

Las tinieblas y la luz se enfrentaron, y las tinieblas no prevalecieron. Las tinieblas no prevalecerán ante la luz. Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?

Hiero los caballos y jinetes del enemigo con confusión y ceguera. Que todas las aguas del ejército de apostasía pentecostal se conviertan en sangre, en el nombre de Jesús. Que haya un gran terremoto sobre los territorios de los demonios pentecostales, en el nombre de Jesucristo. Que haya división entre todos los tronos, entre todos los hombres fuertes de poderes de las tinieblas que gobiernan, atan, ciegan y encadenan las almas en la iglesia pentecostal, en el nombre de Jesús.

Que todos los esclavizadores que operan en esa iglesia se dividan y se ataquen violentamente entre sí, en el nombre de Jesucristo. Que toda cadena de esclavitud puesta a través de doctrinas como la trinitaria y la unitaria se rompan, en el nombre de Jesucristo.

Está escrito que aun los cautivos del valiente podrán ser rescatados. Que el Señor contenderá con los que contienden contra nosotros y a los opresores. El Señor hará que coman la carne y beban la sangre del uno al otro, y con la sangre del uno al otro se embriagarán como si fuera vino. Y todos sabrán que el Todopoderoso, el Fuerte de Jacob, está con nosotros.

Que todos los poderes de las tinieblas, los leones que operan en esa iglesia, los demonios leones pentecostales, yo los ato en el nombre de Jesús. Que todos se dividan y se ataquen violentamente entre sí, en el nombre de Jesucristo.

También ato a la Jezabel asignada a la iglesia pentecostal. Lucifer, te ato a ti también, en el nombre de Jesús. Ato al espíritu de estupor en esa iglesia. Ato el bloqueo mental, las falsas lenguas, las falsas doctrinas y las falsas enseñanzas. Ato al espíritu de mujer pastora en la iglesia pentecostal. Y que todos se dividan y se ataquen entre sí, en el nombre de Jesús. Que coman la carne y beban la sangre del uno al otro, en el nombre de Jesucristo. Que se embriaguen con la sangre del uno al otro como si fuera vino, en el nombre de Jesús.

Hiero los caballos y jinetes que operan en esa iglesia con la luz, en el nombre de Jesús. Destrúyanse entre sí, en el nombre de Jesucristo. Hay poder en el nombre de Jesús.

Las tinieblas y la luz se enfrentaron, y las tinieblas no prevalecieron. Las tinieblas no prevalecerán ante la luz. Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?

Hiero los caballos y jinetes, los demonios esclavizadores, los faraones esclavizadores que obran y operan en la iglesia pentecostal con la luz, en el nombre de Jesucristo.

Que haya una tormenta de fuego sobre todo el trono pentecostal, en el nombre de Jesús. Que el terror de Dios caiga sobre todos los demonios que tienen las almas esclavizadas en esa iglesia, en esa congregación, en esa denominación, en el nombre de Jesucristo. Que toda cadena de esclavitud se rompa, en el nombre de Jesús.

Todo lo que los demonios implantan espiritualmente para bloquear el entendimiento y controlar la conducta, el carácter y las decisiones, que se rompa en el nombre de Jesús. Hiero toda oscuridad con la luz. Que la piel de cada demonio de esa congregación se deshaga mientras están de pie, en el nombre de Jesucristo.

Que haya una lluvia de bombas sobre el trono de los demonios pentecostales, en el nombre de Jesús. Que caiga una bomba atómica sobre el palacio del hombre fuerte pentecostal, en el nombre de Jesucristo. Que el terror de Dios caiga sobre esos demonios, en el nombre de Jesús. Que se dividan y se ataquen entre sí, en el nombre de Jesucristo. Que se embriaguen con la sangre del uno al otro como si fuera vino, en el nombre de Jesús. Hiero a todos los demonios pentecostales con la luz.

Hay poder en el nombre de Jesús. Ninguna arma forjada contra nosotros prosperará. Las puertas del Hades no prevalecerán ante la iglesia de Dios. Más fuerte es el que está con nosotros que el que está en el mundo.

Hiero todo el ejército de demonios pentecostales con la luz, en el nombre de Jesús. Falsa doctrina pentecostal, fuera en el nombre de Jesús. Falsas enseñanzas, fuera en el nombre de Jesucristo. Falso fuego pentecostal sal, en el nombre de Jesús. Fuego extraño pentecostal, fuera en el nombre de Jesús. Falsa unción pentecostal, sal en el nombre de Jesucristo. Falso discernimiento pentecostal, fuera en el nombre de Jesús. Tembladera pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Emocionalismo pentecostal, sal en el nombre de Jesucristo. Demonios que hacen creer que gritando o hablando durísimo se reprenden los demonios, sal en el nombre de Jesús. Falsas visiones pentecostales, sal en el nombre de Jesucristo. Falsa profecía pentecostal, fuera en el nombre de Jesús. Espíritu de error pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Espíritu de estupor pentecostal, te reprendo en el nombre de Jesucristo.

Demonio que hace que las personas quieran ser fieles hasta la muerte a una religión, pero no a Jesucristo, sal en el nombre de Jesús. Rebeldía pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Falsa fuerza pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Falso llamado de Dios pentecostal, fuera en el nombre de Jesús. Espíritu de Babilonia pentecostal, sal en el nombre de Jesucristo.

Jezabel, te reprendo en el nombre de Jesús. Satanás, te reprendo en el nombre de Jesucristo. Asmodeo, sal en el nombre de Jesús.

Esposos y esposas espirituales pentecostales, los reprendo en el nombre de Jesucristo. Blasfemia pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Falso espíritu santo pentecostal, fuera en el nombre de Jesús. Espíritu trinitario pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Espíritu unitario pentecostal, fuera en el nombre de Jesús. Apostasía pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Falso padre pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Falso Jesús pentecostal, te reprendo en el nombre Jesucristo.

Que haya fuego y luz en cada persona que me lea, en el nombre de Jesús. Que todo el ejército del enemigo se divida y se ataque mutuamente, en el nombre de Jesucristo. Que coman la carne y beban la sangre del uno al otro, en el nombre de Jesús. Que se embriaguen con la sangre del uno al otro como si fuera vino, en el nombre de Jesús.

Toda transferencia del demonio pentecostal, la reprendo, en el nombre de Jesús. Todas las plagas de demonios que se transfieren al recibir oración de un pentecostal, que esos demonios se enciendan en llamas y se quemen, en el nombre de Jesús.

Falsa sanidad pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Falsa liberación pentecostal, fuera en el nombre de Jesús. Espíritu mentiroso que causa ceguera espiritual y falsas visiones, sal en el nombre de Jesús. Falsa paz pentecostal, fuera en el nombre de Jesús.

Espíritu de risa y risa, Kundalini, sal en el nombre de Jesús. Pitón, te reprendo en el nombre de Jesucristo. Isabel, sal en el nombre de Jesús. Muerte, sal en el nombre de Jesucristo. Falso nacimiento pentecostal, fuera en el nombre de Jesús.

Hiero todo el ejército del pentecostalismo con la luz, en el nombre de Jesucristo. Que todos se dividan y se ataquen el uno al otro, en el nombre de Jesús. Que coman la carne y beban la sangre del uno al otro, en el nombre de Jesucristo.

Falsa alabanza, falsa adoración pentecostal, sal en el nombre de Jesús. Falsa lengua, sal en el nombre de Jesús. Oraciones contrarias pentecostales, sal en el nombre de Jesús. Brujería pentecostal, la rompo en el nombre de Jesús.

Toda maldición recibida a través de oraciones de pentecostales, la cancelo, en el nombre de Jesucristo. Brujería carismática, la rompo, en el nombre de Jesús. Brujería pentecostal, brujería cristiana pentecostal, la cancelo, en el nombre de Jesucristo.

Toda oración pentecostal enviada en contra de cualquiera de los que son parte de esta iglesia, la cubro, con la sangre de Jesucristo. Toda maldición enviada en ignorancia a través de oraciones, la rechazo. Toda oración enviada a cualquiera de los que me escuchan, toda maldición a través de oraciones en ignorancia, por idolatría, por falsa doctrina, por pertenecer a un árbol malo, esas oraciones las cancelo, las cubro, con la sangre de Jesucristo. Que toda raíz de ese árbol pentecostal se seque desde la raíz, en el nombre de Jesús. Que ese árbol pentecostal se encienda en llamas y se queme, en el nombre de Jesucristo.

Hay poder en el nombre de Jesús. Las tinieblas y la luz se enfrentaron, y las tinieblas no prevalecieron. Las tinieblas no prevalecerán ante la luz. Si Dios es con nosotros, ¿quién contra nosotros?

Hiero a todo el ejército de demonios pentecostales con la luz, en el nombre de Jesús. Que la piel de cada demonio se deshaga mientras están de pie, en el nombre de Jesús. Que la lengua de cada uno se deshaga en su boca, en el nombre de Jesús. Que los ojos de cada uno se deshagan hasta la cuenca, en el nombre de Jesucristo.

Hay poder en el nombre de Jesús. Hiero a todo el ejército de demonios pentecostales con la luz, en el nombre de Jesús. Que la piel de cada demonio se deshaga mientras están de pie. Cubro a cada persona que haya tenido contacto con cualquiera de los que son parte de esta iglesia, y los que han sido parte de esta iglesia, y los que son parte de la iglesia que han pertenecido a la iglesia pentecostal, con la sangre de Jesucristo. Que haya fuego y luz sobre todos ustedes, en el nombre de Jesús.

Que toda contaminación pentecostal, todo demonio transferido de esta iglesia, en cualquiera de ustedes, se encienda en llamas y se queme, en el nombre de Jesús. Toda fortaleza pentecostal en sus vidas que bloquea el discernimiento, que bloquea la presencia del verdadero Dios, que bloquea el ser lleno del Espíritu Santo, que todo se queme por fuego, en el nombre de Jesucristo.

Hay poder en el nombre de Jesús. Ninguna arma forjada contra nosotros prosperará. La puerta del Hades no prevalecerá ante la iglesia de Dios. Es más fuerte el que está con nosotros que aquel que está en el mundo.

Hiero los caballos y jinetes de la denominación pentecostal, con la luz, en el nombre de Jesús. Que todos los demonios de esa congregación se dividan y se ataquen el uno al otro, en el nombre de Jesucristo. Que coman la carne y beban la sangre del uno al otro, en el nombre de Jesús. Que se embriaguen con la sangre del uno al otro como si fuera vino, en el nombre de Jesús.

Que descienda fuego y consuma a los demonios pentecostales, en el nombre de Jesucristo. Que toda cadena puesta por esos demonios, cadenas y grilletes de esclavitud para que no puedan salir de esas iglesias, se rompa, en el nombre de Jesús.

Espíritu de ser fiel hasta la muerte a una falsa iglesia, sal en el nombre de Jesús. Demonio ladrón de almas que aún a los que buscan de Dios quiere engañar a través de esa denominación, sal en el nombre de Jesucristo. Espíritu de esclavitud pentecostal, fuera en el nombre de Jesús.

Hiero toda oscuridad con la luz. Que descienda fuego y rompa todas las cadenas pentecostales, en el nombre de Jesús. Hay poder en el nombre de Jesucristo. Nosotros recibimos poder y autoridad para pisar serpientes y escorpiones y todo el poder del enemigo. Y nada, por ninguna razón, podrá hacernos daño.

Cubro a cada persona que me escucha y a cada miembro de su familia con la sangre de Jesucristo. Bendigo a cada uno de ustedes en el nombre de Jesús.

Espero que hayan disfrutado la enseñanza y la oración. Hasta pronto.

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Pastor Francisco Gomez

Gracias por leer nuestras publicaciones es nuestro mayor deseo que sean edificados y bendecidos les saludo en nombre de toda nuestra congregación Jesús Rey de Reyes.

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