Exponiendo la Apostasía del Tiempo Final – No hay que hacer Guerra Espiritual: Apostasía en la Iglesia Cristiana. #9
- Pastor Francisco Gomez
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Exponiendo la Apostasía del Tiempo Final – No hay que hacer Guerra Espiritual: Apostasía en la Iglesia Cristiana. #9
En este capítulo, hablaremos del tema No hay que hacer Guerra Espiritual: Apostasía en la Iglesia Cristiana. Parte de la apostasía es la creencia de que no hay que hacer Guerra Espiritual.
Muchísimas iglesias, muchísimas en todo el mundo, siguen la doctrina de los hombres. Siguen lo que escucharon de sus denominaciones, y si la denominación dice que no hay que pelear la batalla espiritual, ellos simplemente lo creen. Pero, ¿debemos seguir lo que diga el hombre o hacemos lo que dice la palabra de Dios?
Algunos de los puntos que estaremos tratando en este capítulo son:
1) No hay que hacer Guerra Espiritual (otra falsa doctrina, doctrina de demonios).
2) Satanás no se reprende.
3) Jezabel no existe.
4) No hay que ayunar para ser salvo (y para excusarse y no tener que ayunar dicen: «Para ser salvo no hay que ayunar». Si uno ayuna, uno se enferma. Si ayunas mucho, te vas a enfermar).
5) Los hombres no tienen poder para sanar.
6) Ministrar liberación con una cruz o usando un objeto (supuestamente para echar fuera demonios).
Estos son los puntos claves que estaremos tratando. Ahora, miraremos en la palabra de Dios.
1) No hay que hacer Guerra Espiritual.
El primer punto, es que decir que no hay que hacer Guerra Espiritual. ¿Será esto lo que dice la palabra de Dios?
El Señor vino; Jesucristo vino; Dios vino en forma de hombre, porque Jesucristo es Dios. Él vino y lo primero que hizo fue, antes de iniciar su ministerio, seleccionar a 12 discípulos. Él seleccionó a 12 discípulos, pero luego hizo 70 y pico de discípulos, y luego fueron cientos de discípulos. Para el tiempo de su Ascensión, Él dijo: «Vayan y hagan más discípulos por todas las naciones, enseñándoles que guarden todo lo que yo les he enseñado». Por lo tanto, somos llamados a ser discípulos. Un discípulo es ser como el maestro. Un discípulo le es fiel al maestro. Un discípulo guarda la doctrina del maestro. Un discípulo aprende, imita y trata cada día más de ser como el maestro.
Ahora bien, el maestro es el Señor Jesucristo. Él vino y anduvo predicando, pero dice la palabra: «cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, quien anduvo haciendo el bien, sanando a los enfermos y echando fuera demonios, porque Dios estaba con él». El maestro anduvo sanando, predicando y echando fuera demonios. El ministerio de Jesucristo consistió no solamente en palabras, porque el reino de Dios no consiste en palabras solamente, sino en poder. Y así como Él anduvo sanando y liberando, luego mandó a sus discípulos a sanar y liberar.
Pero dice la palabra en 2 Corintios 4:4:
«en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.»
Ese glorioso evangelio de Cristo no es solamente de palabra; ese evangelio solo de palabra es un evangelio frío, es un evangelio muerto. Ese no fue el evangelio que el Señor predicó. El evangelio que el Señor predicó consiste en poder, no solamente en palabra. El Señor anduvo deshaciendo las obras del enemigo. Pero Satanás, el que engaña al mundo entero, ha cegado las mentes.
Y ahora las iglesias apostasía creen que solo hay que predicar, que solo hay que hablar de la palabra de Dios. Y ciertamente, compartir la palabra es muy importante, pero si dejamos de lado el sanar, el echar fuera demonios, si dejamos de lado el pelear la batalla espiritual, no estamos haciendo la obra que Jesucristo hizo. Tampoco estamos haciendo la obra que Él encomendó a sus discípulos, pues les dijo: «Vayan a predicar, vayan a sanar y vayan a liberar». Dijo: «Estas señales seguirán a los que creen». No dijo nada más que los que creen van a predicar; no. «Estas señales seguirán a los que creen». Ni siquiera menciona el hablar. Dice: «En mi nombre sanarán a los enfermos, echarán fuera demonios, hablarán en lenguas». Una de las señales de los que creen no es ni siquiera predicar nada más; los que creen verdaderamente reciben poder.
Dice la palabra en Efesios 6:11-12:
«Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.»
Entonces, ¿quién dice que no estamos peleando? La palabra claramente nos dice aquí en Efesios 6:11 que nuestra lucha no es contra sangre y carne. ¿Quién es el que está luchando? Alguien que está peleando. Pero claramente nos dice que no estamos peleando contra las personas. Sí, se va a usar al tío, al primo, a la esposa, al esposo, al hermano, al hijo en el trabajo. Usa a los conocidos o los compañeros de trabajo. En la calle, de repente, usa a una persona que ya te quiere agredir. Pero nuestra lucha no es con ellos. La palabra dice que nuestro adversario es el diablo. No peleamos contra sangre y carne; detrás de esas situaciones que se levantan contra nosotros está Satanás, están sus demonios.
Pero si no estamos peleando contra ellos, ¿de qué manera? ¿Yendo al médico? Por eso están esclavos por la medicina. ¿Discutiendo? No. ¿Yéndose a la corte? Pues, los que son así que lleven a uno a la corte, pero nosotros peleamos nuestra pelea en el espíritu, porque nuestra lucha no es contra sangre y carne. Detrás de todas las situaciones adversas que se levantan contra nosotros, está el diablo usando a las personas. Es Satanás.
Primera de Pedro 5:8-9, dice:
«Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.»
Dice «nuestro adversario». ¿Quién es un adversario? Es un opositor, es un enemigo. ¿Cómo es que no estamos peleando? ¿Cómo es que no hay que pelear? ¿Cómo es que no hay que hacer Guerra Espiritual? ¿Entonces permitimos que nuestro adversario, el que nos quiere devorar, nos devore y nosotros así sentados: “Sí Satanás, devóranos, destruye a nuestros hijos, destruye el matrimonio, destruye la iglesia, destruye nuestras finanzas? Y nosotros nos quedamos con los brazos cruzados. Satanás se ríe. Él quiere que así sea, por eso es apostasía, porque están haciendo la voluntad de él. Es él quien quiere que la iglesia esté tibia, es él quien quiere que la iglesia esté haciendo nada más que hablando y cantando musiquita y bailando en la iglesia. Y el diablo baila con ellos en la iglesia también. El diablo se pone a cantar con ellos también en la iglesia, porque eso no le hace daño; que estén cantando y que estén danzando; el diablo danza con ellos, baila con ellos y canta con ellos. Eso no le hace daño. La palabra nos manda a orar, a ayunar, a tomar autoridad en el nombre de Jesucristo para destruir las obras del diablo.
Segunda de Corintios 10:3-6, dice:
«Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.»
Aquí habla más claramente: aunque andamos en la carne, es decir, aunque estamos en el mundo, aunque estamos en este cuerpo carnal, porque si somos nacidos de nuevo no somos de este mundo, hemos nacido en el espíritu. Pero así como no somos de este mundo, tampoco peleamos con las armas de este mundo. Dice la palabra que, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne. ¿Quién milita? Los militares. En pocas palabras, si verdaderamente somos de Cristo, estamos en guerra. Los que no están peleando es porque son esclavos del diablo. Las iglesias que no están peleando, por eso están en apostasía, están esclavas del diablo.
Yo sé que se van a ofender; muchos dirán como los fariseos: «Pastor, yo nunca he estado en esclavitud, el Señor me hizo libre». Y el Señor les respondió a los fariseos: «Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres». Porque ellos querían ser libres, pero estaban esclavos.
Asimismo, en este tiempo, nada ha cambiado. Los fariseos, los religiosos, el engaño; la iglesia en general, desafortunadamente, está en apostasía. Y muchos se resisten: «No, pastor, yo soy libre; pastor, yo no tengo demonios». Ese «yo no tengo demonios» es un demonio que te hace creer que tú no tienes demonios. Aún esa palabra «yo no tengo demonios» es un demonio que habla a través de tu boca.
Los pastores dicen: «No, pastor, que nosotros no necesitamos sanar, no necesitamos liberar, porque somos libres». Pero no saben que, aun cuando hablan, cuando están predicando, los demonios se les están transfiriendo de su boca a las ovejas. Los pastores que dicen que no tienen demonios, sus ovejas los tienen. Ellos son vasijas que, cuando hablan, demonios les meten un paquetón de demonios a los que los escuchan. Eso se llama “transferencia de demonios”. Y todos los que son incrédulos y están engañados, y todo pastor que dice que sus ovejas no tienen demonios, está engañado. El diablo los usa para transferirse a las ovejas. Todo el que escucha sus prédicas y sus oraciones incrédulas están llenos de demonios.
Y sí, mis palabras son fuertes. Yo lo entiendo, sí. Yo sé que muchos no quieren escuchar que les digan que tienen demonios. Sí, yo entiendo que no quieren escuchar que el diablo les usa para transferirles demonios a sus ovejas, pero la verdad los hará libres.
Si no me creen a mí, vengan y entren a la sala de oración, y no lo voy a decir yo, va a ser Satanás quien va a hablar por su boca, riéndose de ustedes; porque se burla. Entren a la sala a mirar lo que Dios está haciendo, y van a ver cómo Satanás se burla de aquellos de ustedes que creen que no tienen demonios, porque él engaña. Él engaña. La verdad los hará libres.
Pueden decir «no tengo demonios», pero nada pueden probar. Aquellos que sí creemos, como yo, y que somos discípulos del Señor, como tenemos poder sobre el diablo, hacemos que ese mentiroso que habla a través de la boca de los incrédulos se manifieste y tenga que arrodillarse en el nombre de Jesucristo. Porque el Señor nos dio poder y autoridad sobre los demonios. Estamos en la carne, pero no militamos conforme a la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, son poderosas en Cristo para la destrucción de fortalezas.
En Primera de Timoteo 6:12 dice la palabra:
«Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.»
“Pelea la buena batalla de la fe”. Si se dan cuenta, hay muchas escrituras que hablan de guerra, hablan de batalla y hablan de milicia, porque estamos peleando.
Nuestro adversario, el diablo, anda como león rugiente. Dice la palabra que aún la bestia sube del abismo y peleará contra los santos. Contra los santos peleará, no peleará contra los religiosos; los religiosos son sus esclavos. Los religiosos, la bestia los va a usar y van a hacer que maten a los discípulos, que nos persigan y nos maten, y van a creer que le hacen un favor a Dios. Son los religiosos los que no están peleando; ellos creen que no están peleando, pero sí están peleando. Son los que están del lado de Satanás y no lo saben. Ellos creen que no están peleando porque él los engaña. Son soldados de Satanás.
El que no está recogiendo, está desparramando. Los que no se arrepienten de ser tibios, los que no se arrepienten de llevar un evangelio dado por el hombre y no el evangelio de Cristo, van a ser vomitados por su boca.
El tiempo se termina y el Señor juzgará a Babilonia. El Señor juzgará la mentira. Hay que arrepentirse; es el tiempo. Ya el tiempo de la tibieza se termina, el tiempo de la paciencia del Señor se termina. El Señor juzgará a los religiosos, el Señor juzgará aún a la misma iglesia. Por eso dice la palabra en Apocalipsis: «Salid de ella, pueblo mío, para que no os toquen sus plagas», porque Babilonia, la madre de todas las abominaciones, ha enseñado muchas mentiras en las iglesias. Plagas van a venir sobre ella y será juzgada. Y si no salen de Babilonia, que son las iglesias falsas, las iglesias que están en apostasía, las iglesias que tienen otro evangelio diferente al de Jesucristo, van a recibir sus plagas.
El Señor juzgará a los incrédulos, el Señor juzgará a los rebeldes que se crearon dioses para sí mismos, que se crearon un evangelio diferente y no siguen el evangelio que el Señor enseñó Él mismo a sus discípulos.
2) A Satanás no se le ata.
Otra falsa doctrina que dicen muchos es que Satanás no se reprende, que no se ata, y Satanás se burla. “Sí, no me aten, déjenme suelto, no me reprendan”, dice Satanás, “porque así puedo destruir más”. Él se ríe.
Lo maravilloso es que aquellos de nosotros que somos discípulos del Señor, el Señor mismo da testimonio de nuestra palabra con las señales que siguen. Yo les voy a leer varias escrituras, pero también les voy a compartir un poquito, porque son muchos testimonios. Satanás no solamente se ata, sino que también se manda a arrodillar en el nombre de Jesucristo.
En nuestras reuniones virtuales, que realizamos cada día en oración por muchas horas, casi todos los días, se manifiesta Satanás. A veces se manifiesta cinco o seis veces, en cinco o seis personas diferentes, en un solo día. Pero lo bueno no es que solo se manifieste, no es solamente que una persona como yo, con autoridad en el nombre del Señor Jesucristo, lo ata. El Señor, en su misericordia, abre hasta los ojos de las personas, de muchos de los que están mirando, y ven a Satanás de rodillas, lo ven atormentado, cómo se quema.
De cierto dice la palabra que dirán de él: «¿Ese es el hombre que hacía desfallecer a las naciones?», refiriéndose a Satanás. Porque ese, que el mundo cree que es gran cosa, está caído. Satanás, el Señor nos ha dado poder y autoridad sobre él y sobre todos los ángeles caídos, pero esa autoridad la recibimos a través de la fe. Esa autoridad la recibimos cuando aceptamos la verdadera doctrina. Cuando salimos de las religiones para ser discípulos de Jesucristo, porque a eso somos llamados, a eso vino el Señor: a hacer discípulos. Es tiempo de apartarse de las religiones, es tiempo de salir de la apostasía.
¿Cómo que Satanás no se le ata? Dice la palabra en Lucas 10:18-20:
«Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones…». Esa serpiente es el diablo, y el Señor dijo: «Lo miré caer como un rayo. Yo les he dado poder y autoridad a ustedes para pisar serpientes». Esa serpiente, Satanás, le podemos pisar su cabeza. «… y serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.»
Claramente, el Señor nos dice que nos dio poder y autoridad sobre Satanás. Satanás estaba allá arriba en su trono, pero el Señor lo vio caer como un rayo y dijo: «Yo les doy poder y autoridad a ustedes para pisar serpientes y escorpiones y todo el poder del enemigo». Todo el poder, menos Satanás. ¿Al único que no les doy poder a ustedes es sobre Satanás? Eso no dice la palabra. La palabra dice que el Señor nos dio poder y autoridad sobre todo el poder del enemigo. ¿No es Satanás un enemigo o es Satanás un amigo? Es un enemigo también. Pues el Señor no es hombre para mentir, y él dijo que nos dio poder sobre todo el poder del enemigo. Eso incluye a Satanás.
En Primera de Juan 4:4, dice:
«Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.»
El diablo mentiroso, el que engaña al mundo entero, está en el mundo. La palabra dice que le hemos vencido.
Romanos 16:20, dice:
«Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.»
“El Dios de paz aplastará bajo vuestros pies”. Otra palabra dice que recibimos poder y autoridad para pisar serpientes. Aquí no dice que el Señor pondrá a Satanás bajo sus pies, sino bajo vuestros pies. El Señor está usando a sus pequeñitos, así como nosotros, lo más insignificante de este mundo, lo está usando para humillar a los que se creían gran cosa, aún al mismo Satanás. Él usa a los pequeñitos de nosotros, que nos arrepentimos del pecado, que entregamos nuestro corazón, nuestra vida, nuestra alma y todo nuestro ser a Él, y que decimos: «Señor, aquí estoy». A nosotros nos usa Él para pisotear, aún al jefe de los malos, que es Satanás.
Mateo 12:29-30, dice:
«Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.»
Satanás es un hombre fuerte. ¿No es él el más fuerte de los malos? Un hombre fuerte significa un demonio de alta autoridad. Un hombre fuerte significa el demonio que está a cargo en una fortaleza demoníaca espiritual, en una persona, en una familia, en una ciudad, en un país o en el mundo. Satanás, prácticamente, es el hombre más fuerte.
El hombre fuerte hay que atarlo, dice la palabra. ¿Cómo vas a entrar a la casa? Es decir, ¿cómo yo voy a liberar a alguien si hay un demonio de alto rango ahí y primero no lo ato? Pero si atamos al hombre fuerte, que es el demonio encargado, como el general, el jefe, el rey que tiene esa fortaleza espiritual en esa persona. Cuando atamos a ese hombre fuerte, cuando atamos a ese demonio de autoridad, sea Satanás, sea Jezabel, sea la Bestia, el Anticristo, Belcebú, autismo, cáncer, tumor, cualquier demonio que sea, lo atamos, al hombre fuerte, en el nombre de Jesucristo, entonces podemos saquear su casa. Es decir, entonces podemos destruir las obras de ellos.
Satanás es un hombre fuerte, hay que atarlo. Si no lo atamos, ¿cómo vamos a saquear su casa? Es decir, si no atamos a Satanás, ¿cómo vamos a poder liberar a esa persona? ¿Cómo vamos a limpiar a esa persona si no se ata? Esa doctrina de que Satanás no se ata, esa doctrina de que él no se reprende, es la misma que se le ha dado a la iglesia, es una doctrina de demonios. Esa doctrina viene de Satanás mismo, porque al único que no le conviene no ser atado es a él y a los que le siguen.
Cada día, de repente oro por un dolor de cabeza ahora, y el que se manifieste sea Satanás, porque él siempre viene a pelear, tratando de evitar que la persona sea sana. Oro por el cáncer, oro por otra enfermedad, y Satanás se manifiesta, porque él viene a tratar de resistir. Cuando él ve que el espíritu de dolor de cabeza, o el de cáncer, o cualquiera por el que está morando, está derrotado, él viene entonces a tratar él de resistir, para tratar de impedir que yo saque a ese demonio y esa persona sea sana o libre. Satanás viene a pelear siempre, defendiendo a sus soldados, y si no lo atamos, pues no vamos a poder liberar a esa persona. Por lo tanto, es una doctrina diabólica, tal doctrina.
Muchos hablan lo que no entienden; muchos dicen lo que ellos creen conforme a la carne, porque no están peleando en el espíritu, y la palabra dice que las cosas espirituales para el hombre carnal le parecen locura, porque no la puede entender. Muchos no pueden entender cómo es que cuando estamos orando, hasta miran a Satanás como se arrodilla y lo miran atado con cadenas, porque son cosas espirituales.
Ahora bien, esas son cosas espirituales y él pone ceguera y pone obstáculos para que no puedan entender lo espiritual. Pero el Señor ha dado poder a sus discípulos, y aún esos bloqueos diabólicos para que no puedan mirar en lo espiritual y para que no puedan entender con el fuego de Dios se queman. Y hasta esas cadenas se rompen. Yo les invito a escuchar las oraciones que tenemos en nuestro canal y van a ser testigos. Ahora ustedes van a confirmar mis palabras. Si escuchan las oraciones, si ingresan a la sala también de reunión, esas cadenas diabólicas en sus ojos y oídos espirituales que no pueden ver se van a romper. Sí, ustedes van a ser mis testigos. “Sí, pastor, yo miré al diablo ahora”.
A muchos les digo que tienen que salir de Babilonia. Tienen que salir de esas iglesias falsas, de esas iglesias que están tibias. Muchas de las personas que entran a la sala esta misma semana, una de las personas que administré miró su iglesia. Ella venía de una iglesia pentecostal y yo le dije que esa iglesia estaba mal, que no tenían que regresar allí. Ella miró su iglesia llena de demonios. Mientras le ministraba, el Señor abrió sus ojos en el espíritu y miró la iglesia que decía que parecía que le habían vandalizado con grafitis, porque decía falsedad, falsedad, mentira. No sé, en todas las paredes en el espíritu decía falsedad, falsedad, mentira. Una iglesia pentecostal; porque están en apostasía. Esas iglesias están engañadas, el diablo le hace creer que están en la verdad, pero están en apostasía. Esas iglesias son una guarida de demonios.
Hace también un tiempo atrás le ministré a otra persona de otra iglesia pentecostal y le dije que no tenían que ir allí. Esa iglesia se mira todo bonito por fuera, pero son tumbas blanqueadas, como el Señor le dijo a los fariseos: por fuera se miran bonitas, pero por dentro están llenas de esqueletos y de huesos. Y cuando le ministraba a esa dama, el Señor también le abrió los ojos y miró la iglesia como estaba. Los demonios estaban bailando en el altar y la iglesia llena de demonios. Y miró a todos los hermanos de esa iglesia que eran hermanos de ella en esa iglesia (no son hermanos míos, porque si no se arrepienten de ser de pentecostales no son mis hermanos, porque mis hermanos van para el cielo y los que son pentecostales se van para el infierno, si no se arrepienten), y miró que el pastor, la esposa del pastor y estaban todos encadenados. Miró la iglesia como llenísima de demonios y estaban todos encadenados.
Otros han mirado cómo, aun cuando el pastor predica, los demonios se van metiendo en las personas. Han visto cómo prácticamente todo lo que hacen en la iglesia está controlado por los demonios, desde la supuesta alabanza de cantar, que eso no es alabanza ni adoración que Dios quiere, hasta todo lo que hacen, que es como un entretenimiento para demonios.
Estas son cosas que el Señor le está mostrando una y otra vez, porque el Señor está abriendo los ojos de su pueblo. El Señor les está diciendo: salgan de ahí, corran de ahí, hijos míos, salgan de ahí para que no les toque de sus plagas. Salgan de ahí. Tienen que salir de Babilonia, tienen que salir de las hijas de Babilonia, la iglesia pentecostal y todas las demás denominaciones. El Señor no vino a crear religiones; el Señor vino a hacer discípulos. Él no vino a hacer religiones. Hay que salir de ellas, hay que volver el corazón a Dios, hay que volver al inicio, hay que volver, renunciar a la religión para ser discípulos del Señor. A eso vino el Señor, a hacer discípulos. Hay que salir de las religiones para ser discípulos.
Hebreos 4:12, dice:
«Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.»
Esa espada de dos filos atraviesa a Satanás, y Satanás llora. Esa espada, esa palabra de Dios es poderosa cuando la entendemos.
Cuando yo recibí la revelación de esa palabra, yo le voy a decir, esa fue una de las palabras que el Señor utilizó para despertarme. Eso fue hace ya como 7 años y pico. Yo había leído la palabra, pero era como que yo leía la palabra como si fuera un libro normal. Pero ya en esos días, el Señor, en su misericordia, empezaba a quitarme la escama de mis ojos. Y cuando yo leí esa palabra, que la palabra de Dios está viva, es como que entendí: ¡Wow, la palabra de Dios está viva! En pocas palabras, la palabra está viva; la palabra hace aquello que se promete en ella, o lo que la palabra dice que hará, eso mismo hace si la hablamos en fe.
Yo le voy a decir que eso fue transformador para mi vida. Fue transformador cuando yo comprendí que verdaderamente la palabra de Dios está viva. Y yo quiero que tú entiendas eso en esta enseñanza. La palabra de Dios está viva porque Él vive, porque el Rey vive. Vive porque Él está en su trono y Él no es hombre para mentir, y Él es poderoso para hacer que cada una de sus palabras se cumpla tal cual Él lo ha prometido.
El Rey vive, la palabra está viva, Él dio poder y autoridad a sus discípulos. Él dijo: «¿Hay alguno enfermo entre vosotros? Vayan donde los ancianos de la iglesia, que lo unjan con aceite en el nombre del Señor, y la oración de fe sanará al enfermo.» Él no es hombre para mentir; poderoso es Él para cumplir su palabra. Es en nosotros creer que Él cumple su palabra; es en nosotros el creer que Él bendice a aquellos que creen en sus promesas, y Él es fiel, Él es fiel.
3) Jezabel no existe.
Otra doctrina de demonios es la doctrina de Jezabel. Algunos dicen que Jezabel no existe. Así dicen algunos. En una iglesia como esta, que estamos dándole guerra a Jezabel. Dicen: “Ese pastor nada más habla de Jezabel, ese pastor nada más ora en contra de Jezabel.”
Jezabel es la segunda mano de Satanás, como si fuera la vicepresidenta de las tinieblas; es la segunda en autoridad, conforme a lo que yo entiendo. Quizás estoy equivocado, pero no lo creo, porque he peleado contra ese demonio ya por 7 años y pico. Es la segunda autoridad después de Satanás, pero las iglesias dicen que Jezabel no existe. ¿Cómo que no existe? El que dice que Jezabel no existe está diciendo que Dios es mentiroso, porque la palabra dice en Apocalipsis 2:20-23, donde el Señor le está hablando a una de las iglesias:
«Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta…»
¿Cómo que el Señor le está dando tiempo para que se arrepienta a esa mujer, la que enseña a sus hijos a fornicar? Si ella no existe, ¿por qué el Señor le está dando tiempo de que se arrepienta? ¿Acaso el Señor está hablando ahí sólo porque sí? ¿Está el Señor inventándose una historia? La Biblia no es una historia, es la palabra de Dios. La Biblia es verdad, porque el Señor es verdad. La palabra dice que el Señor le ha dado tiempo para que se arrepienta. Y dice:
«…Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella.»
Es decir, hay muchas personas que están fornicando con Jezabel.
«…Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.»
El Señor escudriña la mente y el corazón.
Jezabel sí está muy activa. Jezabel tiene muchas iglesias esclavas. Ustedes quieren mirar la maldad de Jezabel, pronto vamos a hablar más al respecto. Pronto hablaré también de eso, que es una doctrina de demonios. Las mujeres que están de pastoras, Jezabel está en su trono sentada en ellas, esa es Jezabel hablando a través de ellas. Sí, se miran muy amables y se ven muy hermanitas, supuestamente con muchas cualidades. Así es Jezabel: engañosa.
Por eso dice el Señor que “Yo escudriño la mente y el corazón y le daré a cada uno conforme a sus obras”. Jezabel hace que esas pastoras estés engañadas y ellas van engañando a otras, porque cuando predican están engañando a muchas personas que creen que todo está bien. Pero el Señor dice que pondré en cama de enfermedad a los que con ella adulteran. Los que siguen a mujeres pastoras están fornicando con Jezabel. Si no se arrepienten, el Señor les va a poner en cama de enfermedad. El Señor habla juicio sobre Jezabel y sobre los que le siguen. La maldad de ese demonio es muy grande.
Pronto, más adelante, cuando sea la oportunidad, habrá una serie de enseñanzas acerca de Jezabel, porque acerca de Jezabel en realidad creo que se pueden escribir muchos libros al respecto. Porque si con un demonio ha habido enfrentamiento constante por 7 años continuos, ha sido con Jezabel. Jezabel ha sido un vaso lleno.
Ese demonio está esclavizando; es la segunda mano de Satanás en este tiempo y esclaviza el mundo. Tiene una maldad enorme, pero es bien diabólica porque ella hace lo que es perverso pero parece bueno. Si no, miren a Yesenia Then, ella es un vaso de Jezabel. La miran a ella y ya ven la maldad de Jezabel. Así hasta como se ve sensual, así mismo se viste Jezabel. Así como se mira muy amable y cristiana, así es la hipocresía; maldad sin límite. Pero de cierto, para esa mujer y para todas las que son como ella viene juicio, y si no se arrepienten a tiempo, habrá lloro y crujir de dientes. Y para aquellos de ustedes que siguen a Jezabel, que siguen a Yesenia Then y a mujeres como ella, que es Jezabel en la carne prácticamente, hay juicio para ustedes, hablado por Dios. El Señor los va a poner en cama de enfermedad si no se arrepienten de sus obras.
4) No hay que ayunar para ser salvo.
Otro punto es que “ya no hay que ayunar para ser salvo”. Así dice el diablo en las iglesias, porque se les da una excusa para no hacer lo que Dios manda. Es como cuando el diablo le dijo a la mujer: “Si comes de eso, serás como nosotros.” El Señor le dijo que no comiera, pero el diablo cambió la situación. Ahora el diablo dice a las personas: “No hay que ayunar para ser salvo”. Pero el Señor dijo en Mateo 9:14:
«Entonces vinieron a él los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan? Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.»
Si yo le digo: “Comeremos cuando visiten mi casa,” es porque estoy esperando que me visiten. Cuando el Señor dice que cuando el esposo sea quitado (refiriéndose a Él ascendiendo al cielo), sus discípulos ayunarán. Él está diciendo: “No están ayunando porque yo estoy con ellos, pero pronto voy a subir a mi trono, y cuando yo suba a mi trono, mis discípulos sí van a ayunar”. Es un mandato de Dios. ¿Esto es entendible para alguien?
Pero también dice la palabra en Mateo 17:21, el mismo Señor, una vez más hablando, respondiendo a los discípulos: “¿Por qué no pudieron sanar al niño?” Y el Señor les dijo: “Pero este género no sale sino con oración y ayuno”.
El no ayunar, claro que es una doctrina de demonios, porque si hay demonios, los hombres fuertes muchos no salen sin oración y ayuno, entonces si uno no ayuna y ora, uno no lo va a poder sacar. Qué conveniente para el diablo que no ayunemos para que no lo saquemos. Qué conveniente para él que cuando pone una cadena con esos demonios fuertes, uno no puede hacer nada.
Hay que ayunar. El Señor espera que ayunemos. No podemos fortalecernos ni llegar a la capacidad máxima espiritual que el Señor haya puesto en nuestros corazones si no ayunamos. El ayuno es como ese superalimento y ejercicio espiritual que fortalece nuestro espíritu y nuestra alma, que nos prepara para las peleas más grandes. El Señor utiliza el ayuno porque, así como caímos por el pecado de comer lo que no debíamos, ahora el Señor dice: “Aténganse de la comida para ser bendecidos y crecer más.” El ayuno nos hace madurar en la fe; cuando lo hacemos en fe y en obediencia, nos hace más espirituales, lo que dificulta más la manipulación del diablo.
En Mateo 6:16-18 dice la palabra:
«Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.»
Aquí el Señor nos está dando instrucciones sobre cómo quiere que ayunemos y claramente es porque espera que ayunemos. Entonces, es una doctrina de demonios, es una mentira, es apostasía decir que no hay que ayunar. Hay que ayunar. Bueno, los religiosos que no ayunen son religiosos y, como quiera, se van a quemar si no se arrepienten. Pero los que somos discípulos, sí ayunamos.
5) Los hombres no tienen poder para sanar.
Otra doctrina de apostasía es que “los hombres no tienen poder para sanar”. Muy conveniente para el diablo, porque el Señor les dijo a sus discípulos: «Les doy poder y autoridad para sanar enfermos y para echar fuera demonios.» Si creemos que no tenemos poder para sanar, esa es una doctrina que mata la fe. Es una doctrina que mata la fe para que caminemos en rebeldía y no hagamos lo que el Señor ordenó a sus discípulos. Esta doctrina, si se recibe, descalifica a las personas como discípulos, porque ya no tienen fe para hacer lo que Dios mandó. Las señales de los que creen no estarán en los que no creen que el hombre tiene poder para sanar.
Ciertamente, ese poder no viene de nosotros, pero “recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros”. Ese poder lo recibimos a través de Dios. En Hechos 1:8 dice la palabra:
«Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.»
El hombre sí tiene poder; ese poder viene del Espíritu Santo. Ahora bien, el hombre no tiene poder hasta que el Espíritu Santo no ha venido sobre él, porque ese poder no es de hombre, es de Dios. El poder que recibimos para sanar y para ser verdaderos testigos de Dios viene del Espíritu Santo. Cuando estamos vestidos de lo alto del Espíritu Santo, cuando somos llenos del Espíritu Santo, ahí recibimos poder.
Segunda de Timoteo 1:7, dice:
«Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.»
Hemos recibido un espíritu de poder. ¿Cómo es que no tenemos poder si hemos recibido un espíritu de poder? Lo que dicen que no tenemos poder es porque no han recibido el espíritu de poder. Pero los que sí somos llenos del Espíritu Santo, sí caminamos en poder. Por los frutos, lo conocerán. ¿A poco esos cientos y cientos de sanidades que hay en una iglesia como esta vienen del hombre? ¿O no vienen de Dios? Por la fuerza del hombre, no se pueden sanar las personas, por la fuerza del hombre no se puede hacer que Satanás se arrodille. Claro que no, es el poder del Espíritu Santo.
Santiago 5:16, dice:
«Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.»
¿Cómo es que el hombre no tiene poder para sanar, si la palabra dice que la oración eficaz del justo puede mucho? La oración del injusto es la que no tiene poder, pero la oración del justo ante Dios y no justo ante los hombres, sí tiene poder.
Porque muchos se justifican a sí mismos y a los que somos justificados por Dios, nos condenan. Ellos se justifican a sí mismos y a los que viven una vida de pecado como ellos, pero a los que somos justificados por Dios, nos condenan como malos; pero Dios nos justifica. Y los que somos justos delante de Dios sí tenemos poder para sanar y para liberar, siempre y cuando hemos sido investidos de lo alto con su Espíritu.
Marcos 16:17-18, dice:
«Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.»
¿Cómo es que no tenemos poder para sanar, si la palabra dice que esta es una señal para los que creen? Al contrario, claramente los que dicen que no tenemos poder para sanar se están juzgando como incrédulos, porque la palabra dice que los que creen sanan.
Aquellos que afirman que no tenemos poder para sanar, les urjo a que se arrepientan rápidamente, ya que se están juzgando a sí mismos como incrédulos ante la palabra de Dios. Son incrédulos y opositores de la fe, como los fariseos modernos que se oponían al Señor cuando sanaba y liberaba. Ustedes, que dicen que no tenemos poder para sanar, son opositores de Dios; contra Dios están peleando. Espero que sean fuertes, porque si están enseñando falsas doctrinas, imponiendo tropiezos a los que sí creen, diciéndoles que no tienen que sanar y que no tenemos poder. Están enfrentándose a Dios; a ver si pueden ganar esa pelea.
6) Ministrar liberación con objetos.
Otra falsa doctrina es ministrar liberación con objetos.
Hay un hombre en Estados Unidos llamado Bob Larson, que usa una cruz supuestamente para echar fuera demonios y liberar a las personas, de manera similar a cómo lo hacen los católicos con el uso de cruces en los exorcismos. Sin embargo, él vende esa cruz porque la considera «ungida» y la vende por 100 dólares o más cada una, y la gente la compra con la esperanza de que también les ayude a echar fuera demonios.
La palabra dice en 1 Juan 5:21:
«Hijitos, guardaos de los ídolos.»
Esa cruz es un ídolo, un objeto creado por un escultor. La palabra dice que recibiremos poder cuando el Espíritu Santo venga sobre nosotros. Es por el poder del Espíritu Santo que podemos sanar a los enfermos y echar fuera demonios, pero no con un ídolo. Sí hay poder en esos ídolos, pero es poder del diablo. Es lo mismo que la brujería, es una forma de brujería. Es como decir: «Satanás, ven y saca a Satanás». Y Satanás se burla: “Sí, yo voy a salir”, haciendo un show, vomitando y creando una escena, mientras la gente cree que ha sido liberada. Y Satanás se está burlando, porque con los ídolos no se echan fuera los demonios.
La cruz es un ídolo, y muchas veces se ha hablado de la cruz como representación de la muerte. Lo que están haciendo, es estar llenando a la persona con un espíritu de muerte y muchos demonios, cuando le están orando, supuestamente con una cruz. Supuestamente echando al diablo con una cruz. Como si ahora la cruz es el Espíritu Santo, que la cruz ahora es Jesucristo. ¿En qué parte de la palabra dice eso? Esa doctrina proviene de Babilonia y de la Iglesia Católica.
Dice la palabra en Romanos 1:23-27:
«Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.»
Eso hacen; cuando están usando ídolos así, supuestamente para liberar; lo que están haciendo es que han cambiado la gloria de Dios, un Dios incorruptible, por una imagen, por un pedazo de madera o de metal o de bronce, y ahí esculpido ya. Supuestamente, ese es su Dios. Ese engaño; esos ídolos, no hablan, ni oyen, ni ven, ni entienden.
Dice la palabra en Salmos 115:4:
«Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres».
Esos son esa cruz y objeto que usan supuestamente para echar demonios fuera; esos demonios son ídolos. Para echar fuera los demonios, lo que debemos tener es fe en Jesucristo, ser sus discípulos y estar llenos del Espíritu Santo. A través del poder del Espíritu Santo, podemos hacer la obra de Dios, no con ídolos.
Y para concluir este capítulo, citaré 1 Corintios 6:9-10:
«¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.»
La palabra es muy clara y transparente; los idólatras, los que usan un ídolo, no van a heredar el reino de Dios. Hay que arrepentirse de ello. Por la gracia de Dios aún no es el juicio, todos tenemos tiempo de apartarnos de todo engaño, falsedad y mentira, el cual es el propósito de esta enseñanza. Más ciertamente el juicio está cerca; la oportunidad de arrepentirse es ahora. Para muchos ya no hay mañana; cada día mueren muchas personas. Hay que arrepentirse ya.
Así que yo le invito al arrepentimiento, yo le invito a arrepentirse de las falsas doctrinas, yo le invito a renunciar a las religiones hechas por el hombre, que son más de 22,000 religiones cristianas; más de 22,000 denominaciones según Google. El Señor no es denominación, el Señor es Cristo; Él es Dios y vino a hacer discípulos, no a hacer religiones. Yo le invito a salir de esas religiones y volver su corazón al Señor y ser sus discípulos tal como Él mandó. Que el Señor los bendiga. Gracias por leerme.
Vamos a orar un poquito antes de concluir el capítulo. Le invito a ponerse de pie. Vamos a orar un momento, vamos a reprender esos demonios de apostasía, de engaños, mentiras diabólicas, demonios que hablan por la boca aún de los pastores en la iglesia y que hacen creer mentiras.
Oración.
Hay poder en el nombre de Jesucristo.
Todos los demonios mentirosos que hacen creer que los cristianos no tienen demonios, que hacen creer que no hay que echar fuera demonios, que hacen creer que el hombre no tiene autoridad para sanar, demonios mentirosos que dicen que Satanás no se ata, que todos los demonios de engaño, mentira y falsedad ardan en llamas en el nombre de Jesucristo.
Hay poder en el nombre de Jesús. Las tinieblas y la luz se enfrentaron, y las tinieblas no prevalecieron.
Tú, demonio de que no hay que hacer guerra espiritual, yo te ordeno que te arrodilles, en el nombre de Jesús. Todo el ejército de apostasía se arrodilla, en el nombre de Jesucristo.
Ninguna arma forjada contra la iglesia de Jesucristo prosperará; las puertas del Hades no prevalecerán ante la iglesia de Dios. Es más fuerte el que está con nosotros que aquel que está en el mundo.
Que haya una tormenta de fuego sobre todo el ejército del enemigo, en el nombre de Jesús. Que un gran pánico del Señor que caiga sobre todo el ejército de apostasía, en el nombre de Jesucristo.
Satanás, tú, mentiroso que dices que no hay que atarte, yo te ato en el nombre de Jesucristo y yo te ordeno que te arrodilles, en el nombre de Jesús. Tú, Jezabel, demonio mentiroso que hace creer que tú no existes, yo te ato con cadenas de fuego, en el nombre de Jesús.
Que haya división entre Satanás, Jezabel, Autismo, la Bestia, el Anticristo, Pitón, Mammón, Asmodeo, Belcebú; que cada hombre fuerte de las tinieblas, la Muerte, Infierno, Destrucción, se dividan y se ataquen el uno al otro, en el nombre de Jesucristo. Los hombres fuertes marinos también se dividan y se ataquen el uno al otro, en el nombre de Jesús.
Está escrito que aún los cautivos del enemigo podrán ser rescatados, y el Señor contendrá con los que contienden contra nosotros. Y a los opresores, el Señor hará comer la carne y beber la sangre del uno al otro, y con la sangre del uno al otro se embriagarán como si fuera vino, y todos sabrán que el Todopoderoso, el Fuerte de Jacob, está con nosotros.
Hay poder en el nombre de Jesús.
Que haya una tormenta de fuego sobre todo el ejército del enemigo, en el nombre de Jesús. Que la piel de cada demonio se le deshaga mientras ellos están de pie, en el nombre de Jesús. Que la lengua de cada uno se le deshaga en su boca, en el nombre de Jesucristo. Que los ojos de cada uno se le deshagan hasta las cuencas, en el nombre de Jesús.
Yo hiero a Satanás y a todo el ejército de engaño de apostasía con la luz.
Falsas doctrinas, arde en llamas, en el nombre de Jesucristo. Falsedad, te quemas, en el nombre de Jesús. Falsa adoración, sal en el nombre de Jesucristo.
Bestia, sal en el nombre de Jesús. Espíritu de Babilonia, yo te reprendo, sal en el nombre de Jesucristo. Gran Ramera, sal en el nombre de Jesús.
Idolatría, sal en el nombre de Jesús. Brujería cristiana, fuera en el nombre de Jesús. Brujería carismática, sal en el nombre de Jesús. Falsa liberación, sal en el nombre de Jesús. Falsas doctrinas, sal en el nombre de Jesús. Falsas enseñanzas, sal en el nombre de Jesús. Falso entendimiento, sal en el nombre de Jesús. Confusión, sal en el nombre de Jesús. Control mental, fuera en el nombre de Jesucristo. Brujería de control mental, a través de las iglesias, sal en el nombre de Jesús.
Demonios engañadores que se burlan de las personas, cuando ellos creen en la menti6ra, que se enciendan en llamas, en el nombre de Jesucristo.
Que un gran pánico del Señor, caiga sobre todo el ejército de apostasía, en el nombre de Jesús. Que haya terror y confusión sobre apostasía y todo su ejército, en el nombre de Jesucristo. Yo hiero a apostasía y los que están con él, con la luz.
Que la piel de cada demonio se le deshaga mientras ellos están de pie, en el nombre de Jesús. Que la lengua de cada uno se le deshaga en su boca, en el nombre de Jesucristo. Que los ojos de cada uno se le deshagan hasta las cuencas, en el nombre de Jesús.
Yo hiero a apostasía y a su ejército con la luz. Que descienda fuego y consuma todo el ejército de apostasía, en el nombre de Jesús. Que la piel de apostasía se le deshaga mientras ellos están de pie, en el nombre de Jesús. Que la lengua de apostasía se le deshaga en su boca. Que los ojos de apostasía se le deshagan hasta las cuencas.
Que el terror de Dios caiga sobre todos los poderes de engaño, en el nombre de Jesús. Todos los demonios que ponen cadenas y grilletes a través de la mentira, el engaño y la falsedad, que se enciendan en llamas, en el nombre de Jesús.
Yo hiero toda oscuridad con la luz. Que descienda fuego y consuma a apostasía y su ejército, en el nombre de Jesucristo. Yo hiero toda oscuridad con la luz. Fuego de Dios sobre apostasía, en el nombre de Jesús.
Hay poder en el nombre de Jesús. Las tinieblas y la luz se enfrentaron, y las tinieblas no prevalecieron. Las tinieblas no prevalecerán ante la luz. Si Dios es con nosotros, ¿quién contra nosotros?
Que haya una tormenta de fuego sobre apostasía y su ejército, en el nombre de Jesús. Que la piel de apostasía se le deshaga mientras ellos están de pie, en el nombre de Jesús. Que la lengua de apostasía se le deshaga en su boca, en el nombre de Jesús. Que los ojos de apostasía se le deshagan hasta las cuencas, en el nombre de Jesús.
Que cada demonio mentiroso, su cabeza y su corazón se le exploten, en el nombre de Jesús. Todo demonio de engaño, todo demonio de mentira, de falsedad, que el corazón y la cabeza se le exploten, en el nombre de Jesús. Todo demonio de falsa adoración, mentiroso, que la cabeza y el corazón se le exploten, en el nombre de Jesucristo.
Yo hiero a apostasía y a los que están con él con la luz. Que todas las aguas de apostasía se conviertan en sangre, en el nombre de Jesucristo. Yo envío todo tipo de plagas sobre todo el ejército y el trono de apostasía, en el nombre de Jesús. Que haya un gran terremoto sobre el trono de apostasía, en el nombre de Jesucristo. Que haya terror y confusión sobre apostasía y los que están con él, en el nombre de Jesús. Yo hiero los caballos y jinetes del ejército de apostasía con confusión y ceguera.
Yo hiero toda oscuridad con la luz. Que descienda fuego y consuma apostasía y a los que están con él, en el nombre de Jesucristo. Yo hiero toda oscuridad con la luz, en el nombre de Jesucristo. Que descienda fuego y consuma todo el ejército de apostasía, en el nombre de Jesús.
Yo ato toda enfermedad que entra a través de pecados sexuales, también a través de la idolatría, también cuando se necesitan falsas iglesias. Todos los demonios de enfermedades que se transfieren, que se enciendan en llamas, en el nombre de Jesús.
Tú, espíritu de tumor y cáncer, te reprendo en el nombre de Jesucristo. Dolor de cáncer, sal en el nombre de Jesús. Cáncer de mama, fuera en el nombre de Jesús. Cáncer en el cerebro, sal en el nombre de Jesús. Cáncer en el área genital, fuera en el nombre de Jesús. Cáncer de próstata, sal en el nombre de Jesús. Cáncer en el área digestiva, sal en el nombre de Jesús. Metástasis, sal en el nombre de Jesús.
Que descienda fuego y consuma toda célula cancerosa, en el nombre de Jesús. Que todo el ejército de cáncer arda en llamas, en el nombre de Jesucristo. Yo hiero a cáncer y a los que están con él con la luz, en el nombre de Jesús. Que todo el ejército de cáncer se queme por fuego, en el nombre de Jesucristo. Que haya una tormenta de fuego sobre cáncer y los que están con él, en el nombre de Jesús. Yo hiero los caballos y jinetes de cáncer con confusión y ceguera, en el nombre de Jesús.
Tumor, sal en el nombre de Jesús. Tumor en el área reproductiva, sal en el nombre de Jesús. Tumor en diferentes partes del cuerpo, sal en el nombre de Jesús. Dolor insoportable de tumor y cáncer, yo te reprendo en el nombre de Jesucristo.
Que haya división entre cada hombre fuerte de cáncer, tumor y dolor de cáncer, y se dividan y se ataquen el uno al otro, en el nombre de Jesucristo. Que se embriaguen con la sangre de uno al otro como si fuera vino, en el nombre de Jesús.
Autismo, yo te ato y te reprendo en el nombre de Jesús. Locura, sal en el nombre de Jesucristo. Insanidad, fuera en el nombre de Jesús. Que haya una tormenta de fuego sobre autismo y locura, en el nombre de Jesús. Que todo el ejército de autismo, locura e insanidad se queme por fuego, en el nombre de Jesucristo.
Control mental del tiempo final, sal en el nombre de Jesús. Insanidad, sal en el nombre de Jesucristo. Confusión, fuera en el nombre de Jesús. Manipulación emocional, sal en el nombre de Jesús. Manipulación del carácter y la conducta, fuera en el nombre de Jesús. Locura del tiempo final, sal en el nombre de Jesús.
Falsas personalidades autistas y de insanidades, salen en el nombre de Jesús. Muchas personalidades, fuera en el nombre de Jesús. Bipolaridad, sal en el nombre de Jesús. Control mental, sal en el nombre de Jesús.
Demonios que hacen mirar lo bueno malo y lo malo bueno, salen en el nombre de Jesucristo.
Lengua mentirosa, sal en el nombre de Jesús. Rebeldía con locura, sal en el nombre de Jesús. Odio de locura hacia los discípulos, fuera en el nombre de Jesús. Odio a la verdad, sal en el nombre de Jesucristo. Confusión espiritual, fuera en el nombre de Jesús. Locura sexual, sal en el nombre de Jesús. Locura religiosa, sal en el nombre de Jesús.
Tú, demonio mentiroso que hace creer que aún los fornicarios, que aún los homosexuales, que aún los travestis, que aún los del LGBTQ van a entrar al reino de los cielos sin arrepentirse, sal en el nombre de Jesús.
Tú, demonio mentiroso que hace creer que los borrachos van a entrar al reino de los cielos aún si no se arrepienten, sal en el nombre de Jesús.
Tú demonio que hace creer que los idólatras, los afeminados, los mentirosos, los que practican brujería, sin arrepentirse van a entrar al reino de los cielos, sal en el nombre de Jesús.
Falsa salvación, sal en el nombre de Jesús. Falso Jesús, sal en el nombre de Jesús. Falso evangelio, sal en el nombre de Jesús. Camino ancho que lleva a la perdición, fuera en el nombre de Jesús.
Tú, demonio mentiroso de muchos caminos para llegar al cielo, sal en el nombre de Jesús. Que haya una tormenta de fuego sobre todos ustedes, en el nombre de Jesús. Que todos los demonios de engaño y apostasía se enciendan en llamas, en el nombre de Jesucristo.
Yo cubro a cada uno de sus seres queridos, con la sangre de Jesucristo. Que todos los demonios que tienen su familia atada, se enciendan en llamas, en el nombre de Jesús. Que haya una tormenta de fuego sobre todos ellos, en el nombre de Jesús.
Las puertas del Hades no prevalecerán ante la iglesia de Dios. Es más fuerte el que está con nosotros que aquel que está en el mundo.
Yo hiero toda oscuridad con la luz. Que descienda fuego y consuma toda oscuridad, en el nombre de Jesucristo. Yo hiero todo el ejército del enemigo con la luz. Que descienda fuego y consuma todo el ejército del enemigo, en el nombre de Jesucristo.
Yo cubro a cada persona bajo el sonido de mi voz, con la sangre de Jesucristo. Que haya fuego y luz en cada uno de ustedes, en el nombre de Jesús.
Toda enfermedad, todo malestar, toda dolencia, toda enfermedad física, mental o emocional, que se desintegre con fuego y con la luz, en el nombre de Jesucristo.
Hay poder en el nombre de Jesús. Donde está el espíritu de Dios hay libertad.
Gracias a todos por haberme leído. Que el Señor los bendiga.
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Pastor Francisco Gomez
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